Vuelvo a esperar a que la luna vuelva a nacer una noche más, sin más, quizás callo más de lo que valgo y escribo menos de lo que debo, pero hoy toca, sabes de sobra que toca.
Rap de fondo que se fusiona con el ruido de las olas que chocan hasta con la plataforma del puto vigilante de playa, hoy vigilo yo el no irme para dentro, quizás ese sea el plan, ser mi vigilante, mi faro, buscar aquello de mi mejor versión, el ser invencible e inmortal, como cuando alcanzo la cima de la montaña y me siento un puto dios griego que logra una cosa más que se propone, en realidad quiero dejar de mirar las bombillas que veo de lejos y empezar a brillar como la luna que en algún momento saldrá y entonces dejaré de escribir estas letras en un móvil inmóvil en mis manos de un inútil útil que tiene tanto que entregar, tanto que dar que se olvida de darse, siempre he pensado que no tenía ni un poco de amor propio, pero co, ( practicando palabras de mi futura ciudad) me amo que te cagas, tengo tanto dentro que olé mi polla, que olé por seguir entero dentro, que tengo para llenar 4 vasos tuyos, para llenarte y llenarme y llenarnos, pero bueno, hoy somos tu y yo, tú y yo y no nosotros.
Que no me guste, que no me acepte no significa que me quiera y me valore. Valgo tanto que, mierda espera, la marea sube, si bajo ahora, me calo fijo, quizás lo mejor sea esperar que baje, porque si algo se de esto y de la vida es que se trata de subir y bajar, de bajar y subir. En fin, que me enrollo co, que me emparanoyo, que sin olvidar perdono, que empiezo a pensar que el tiempo es juez, y yo merezco indemnización como un cabrón.
¿Luna,por qué ya no sales?
Quizás a la próxima canción, en fin, al menos aprendo, aquí estoy de nuevo, sufriendo consecuencias, pero saldré, terminaré sabiendo que lo que no está bajo mi control no merece mi atención, que no vale de nada revivir charlas, palabras, promesas y mesas compartidas en mil sitios de cenas y comidas cómodas.
Me apetece escribir de que estoy fuera de mi hábitat, me refiero a social, no encuentro mi sitio, odio las fiestas, voy y lo paso peor que un pez fuera del agua, mi copa es una pecera que está blindada, no baja ni aún cayéndose al suelo, surrealista.
Cada uno a lo suyo, lo que le sirve y ayuda, y a mi esto me sirve, ver las olas venir, una detrás de otra, con luces al fondo parpadeante, todo tiene un momento y un por qué. Qué asco no estar inspirado y no tirar líneas con coherencia y ganas. Demasiadas palabras que quieren salir a la vez, que difícil ponerlas en orden, priorizar, echar el rato y rozar el agua.
Hoy debería de estar a unos 50 kilómetros de aquí, saliendo de un teatro lleno de risas, buena compañía, y llenito de todo lo positivo, pero sin embargo todo es cero positivo, vacío. Una lástima, la misma lástima que los 50 euros que esas butacas tan libres quedaron. Pero no pasa nada co, cabeza arriba, sonrisa bonica y a cuidarse, que al final la puta patraña de que si no te quieres nadie te querrá va ser verdad, y en toda mi cara me dará, que mejor que aprender ahora y no a los 38, quizás el tiempo vuele, me elijo volar con el. El otro día leí que el destino o lo acompañas o te arrastra, elijo acompañarlo viendo el panorama, los paisajes en vez de arrastrarme y autosabotearme.
RZ.
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